Muchos pueden pensar que la tienda física ha muerto. Pero en realidad para que el comercio físico muera debe primero desaparecer la necesidad básica del ser humano a socializar , de distraerse y entretenerse. “La experiencia física en las tiendas tiene más valor que un paquete en la puerta”. Es por ello que los locales físicos aun tienen mucho potencial que aprovechar.

En los últimos 4000 años las viviendas alrededor del mundo han incluido un espacio que mide entre 4 y 6 m2 en donde las personas puedan reunirse. [1] Este espacio ha evolucionado pero ha estado presente en prácticamente toda la historia del diseño de vivienda por lo que su importancia es muy relevante. Hoy podemos llamar ese espacio Sala de Estar.

En la formación académica de un arquitecto , el estudio de la relación cliente-arquitecto queda en mera teoría o intenciones. La academia se enfoca en resolver y analizar problemas teóricos que al final difícilmente crean soluciones reales a problemas existentes de la sociedad o existentes de un cliente verdadero. Esa realidad me tocó experimentar a mi en las épocas de universidad. Es por ello que hago esta reflexión de gran importancia para hacer valer la enorme relevancia que son los clientes para la arquitectura. Igualmente añado a la reflexión la gran importancia de que los clientes consideren aliarse con arquitectos para realizar sus proyectos y sueños.

Hoy en día, el cuarto de baño dejó de ser simplemente un lugar de aseo personal para ser un lugar de privacidad y relajación personal. Es un espacio vital en cualquier vivienda y al paso del tiempo se ha convertido en un espacio de gran relevancia para el diseño y los usuarios. En consecuencia, el baño es uno de los espacios que requiere de más inversión debido a su funcionamiento y diseño interior.

Reflexionando en esta época de crisis, podemos llegar a la conclusión que nuestra casa es nuestro máximo santuario. Es el albergue supremo que nos protege de las amenazas del exterior. En este tiempo nos resguarda de un peligro microbiológico, pero siempre ha sido nuestro refugio primordial. La casa es nuestro templo.

Partiendo de la premisa de que la casa es nuestro Santuario, debemos de conectar con nuestro espacio de forma más profunda, natural y personal. Debemos convertir nuestra casa en un espacio libre de estrés y filtrar los contaminantes exteriores, incluyendo los físicos y los emocionales. Para acercarnos a esta concepción de santuario existe una gran aliada; La Vegetación.